Un día como hoy, recordamos el momento trágico en que Martí, cabalgando sobre la verde espesura de Dos Ríos, se lanzaba a entregar su propia vida en aras de la libertad de su patria. Día triste, no sólo para Cuba, sino para toda la América. Hoy debemos perpetuar sus postulados, sus enseñanzas, su amor a la libertad y a la dignidad del hombre.
¿Qué se ha hecho del ideal de Martí? ¿Murió Martí en vano? ¡No! Martí no ha muerto. Continúa viviendo en sus ideales, en sus escritos, en sus discursos. Vive en su ejemplo de sacrificio y amor. Vive en el corazón de su pueblo, que hoy, aunque en silencio, rechaza toda imposición dictatorial. Cuba será libre, porque Martí volverá a señalar el camino de la libertad. Hombres como Martí jamás mueren y mientras él viva en el corazón y en la mente de su pueblo, sus postulados volverán a ser el cimiento de nuestra patria algún día libre y soberana.
Que lloren callados
Clarines y bardos.
Que silencio de tumba
la tierra sucumba.
Una bala asesina
su libre pecho quebró
y una densa neblina
toda la luz ocultó
La muerte importuna
a la voz de tribuna
su palabra acalló
y Cuba de luto vistió
Para iluminar su frente,
como en su verso clamó,
con soles de su mente
el mismo sol se fundió.
Hoy vives en la palma
que llorosa te llama.
Y el niño declama
tus versos del alma.
Hoy vive el cubano,
con yugo que hiere
esperando tu mano
que su yugo libere.
Y Cuba agonizante,
con clamor incesante,
del Turquino al Yumurí
llama tu nombre: ¡Martí…!